El PVH cambia el enfoque de la educación para resaltar la belleza que hay en el alma humana y que se manifieste con resultado de paz y felicidad.
El Programa de Valores Humanos es vivencial y transformador.
Esto es posible gracias a cinco técnicas de enseñanza, que abarcan cuerpo, mente y alma. Son:
Silencio
Silent Sitting, desarrolla la capacidad de silencio, concentración, intuición, creatividad y quietud. Permite que la mente gire hacia adentro y permite que los niños se conecten con su verdadera naturaleza.
Cuentos
Narrar historias captura la imaginación, involucrando el área intelectual en un proceso de transformación y proporcionando modelos de conducta.
Citas
Las citas, dichos y oraciones universales son inspiradoras para los niños, permiten estimular el buen pensamiento y fomentan la reflexión y el sentido común.
Música
La música habla el idioma del corazón y crea unidad. El canto grupal abre el corazón y promueve la armonía y la alegría.
Trabajo en Equipo
El trabajo en equipo permite poner en práctica los Valores Humanos. Esto crea unidad de pensamientos, palabras y acciones.
El vivir a través de los Valores Humanos da como resultado el florecimiento de un carácter armonioso, en el que pensamiento, sentimiento y acción están en armonía, dando como resultado un estado de unidad interior.
Existe una forma de llegar a este estado de unidad interior. Una clave que los niños y jóvenes tienen a la mano y que pueden aprender a utilizarla. Deben reconocer el papel del corazón y seguir su consejo amoroso, que fomenta la pureza y la confianza. Cuando el corazón o la conciencia van en sintonía con nuestros pensamientos, actuamos con virtud y determinación.
“El fin de la educación es el carácter” Sathya Sai