




A la luz del autoconocimiento que enseñó, Platón ha hecho un famoso análisis del alma humana en su célebre libro “República”. Según este análisis, hay tres partes del alma individual:
La primera y más importante es el aspecto espiritual, que es la sede de la sabiduría y tiene la capacidad de discriminar entre el bien y el mal, la verdad y la mentira, lo permanente y lo transitorio.
La segunda es la fuerza de voluntad, que es aliada de la parte espiritual, a menos que haya sido mal educada por una educación inadecuada. En ese caso, conduce a actos irrazonables.
La tercera es la parte deseosa, que es impulsada por sentimientos de lujuria, hambre y sed, y es movida por el deseo y el placer. La parte espiritual tiene derecho a gobernar y cuidar de toda el alma, mientras que la fuerza de voluntad debe ser su asistente y compañera.
Cuando las tres partes llevan a cabo sus respectivos deberes, hay armonía y rectitud en el individuo.


(República 443 c9-e2)